Título Original: Diary of the Dead
Director: George A. Romero
Guión: George A. Romero
Intérpretes: Shawn Roberts, Joshua Close, Michelle Morgan, Joe Dinicol, Phillip Riccio, Scott Wentworth, Tatiana Maslany
País: Estados Unidos
Año de Producción: 2008
Quizás deba aclarar como anticipo a esta crítica que no soy para nada "fan" de George Romero. Si bien "La Noche de los Muertos Vivientes" me parece una auténtica obra maestra, el resto de los films del autor de Pittsburg me parecen afectados de una realización realmente chapucera y con argumentos que se pierden en pretensiones de trascendencia olvidando los elementos más básicos de una buena historia de terror (Por ejemplo, es casi imposible tragarse a los torpes y casi inmóviles muertos vivientes de "Zombi/Dawn of the Dead" como una amenaza creíble, cuando incluso los saqueadores se divierten estrellándoles tartas en la cara). Para mi Romero solo tiene el mérito de haber sido uno de los originadores (no el único) de una de las mitologías que más juego ha dado en el terror moderno, pero que ha alcanzado su mayor expresión a manos de otros creadores, y en fechas bastante recientes (Como mejor ejemplo, en el excelente "remake" de "Amanecer de los Muertos" dirigido por Zack Snyder, que supera a la original en todos sus aspectos).
Pese a esta posición de partida, reconozco que mis expectativas eran bastante buenas a la hora de encarar la última película de este director. El fenómeno del documento falso empleado como recurso para lograr la suspensión de incredulidad necesaria para implicar emocionalmente al espectador siempre me ha resultado más que interesante, y tras haber disfrutado de la excelente "[REC]", que emplea un recurso similar y con un argumento más que relacionado, esperaba que la aportación de Romero al menos me hiciera pasar un buen rato. Desgraciadamente, mis expectativas estaban más que equivocadas.
En "Diary of the Dead", George Romero vuelve al inicio de su saga de los muertos vivientes, a un mundo que acaba de descubrir que los muertos, por algún motivo no explicado, están volviendo a la vida con ansia de devorar carne humana. En este escenario, un grupo de estudiantes de cine ,que casualmente se encontraban grabando una película de terror, deciden abandonar su residencia del campus y volver a sus respectivos hogares, acompañados por el profesor que les estaba supervisando el proyecto. La historia es narrada mediante las grabaciones que realizan los mismos estudiantes en cámaras de video y también mediante aportaciones de otras fuentes como cámaras de seguridad y videos descargados de internet.
Al contrario de lo que suele ocurrir cuando se emplea el recurso de documento falso, la película no adopta la forma de "documento encontrado", sino que se presenta como un documental montado por uno de los personajes a posteriori, en base a todo el material grabado. Como primer signo de que Romero, al parecer, no entiende de que va eso de la suspensión de incredulidad, la voz en off de la introducción nos avisa de que "se ha añadido música de miedo a las imágenes", sin presentar una justificación sobre porqué se ha hecho eso. Y si, el resultado es tan ridículo como suena en papel. Pero esto no es lo peor. Lo peor de la película es que las supuestas imágenes sacadas de cintas de video amateur, de cámaras de seguridad o incluso de un teléfono móvil tiene todas textura y resolución de imágenes de cine. Esto termina de destrozar por completo el efecto de "realidad falsa" de la película. Y la forma de actuar de los personajes, que oscila entre lo absurdo y lo sencillamente idiota, ayuda a sacarnos más aún de la historia que se nos está contando. Casi ninguno de los personajes tiene carisma suficiente como para que nos preocupemos por él (a excepción quizás del profesor) por lo que, para colmo de males, no nos importa lo más mínimo lo que les ocurra.
A todo esto hay que añadir la inclusión de algunas escenas pretendidamente humorísticas que solo provocan desconcierto (hay una cerca del final que implica a un personaje vestido de momia y que es digna de los peores momentos de "La Hora Chanante") e interminables escenas en las que la acción se detiene para que el personaje que supuestamente está contando la historia nos imparta repetitivos sermones sobre lo terriblemente malos que somos los seres humanos. El típico mensaje de las películas de Romero (que el auténtico peligro es el ser humano, no los monstruos) es administrado en esta película con la sutileza de una patada en la cara.
Ni siquiera las escenas gore funcionan en está película. En su mayoría son absurdas en su búsqueda de efectismo, con cuchillas que atraviesan cráneos humanos como si fueran de mantequilla o descargas eléctricas que hacen saltar los ojos de muertos vivientes. También en busca de ese efectismo se dota a los personajes con una habilidad en el uso de todo tipo de armas que roza casi con lo super-heroico (Sobre todo en el caso del profesor, que haría palidecer de envidia al mismísimo Oliver Queen). Llegando al final de la historia, la película incluso traiciona sus propias reglas y hace que un muerto infectado vuelva a la vida instantaneamente, cuando anteriormente se nos ha explicado que debe pasar un tiempo entre la muerte y la resurrección.
En resumen, una película con una idea que podría haber resultado interesante pero que se ve lastrada por las carencias de su idolatrado director. Solo para fanáticos de George Romero y para aquellos que se traguen cualquier cosa relacionada con muertos vivientes.
"Diary of the Dead" aún no ha sido estrenada en España, aunque está planificado su estreno próximamente.
© 2008, Juan Díaz Olmedo
Pese a esta posición de partida, reconozco que mis expectativas eran bastante buenas a la hora de encarar la última película de este director. El fenómeno del documento falso empleado como recurso para lograr la suspensión de incredulidad necesaria para implicar emocionalmente al espectador siempre me ha resultado más que interesante, y tras haber disfrutado de la excelente "[REC]", que emplea un recurso similar y con un argumento más que relacionado, esperaba que la aportación de Romero al menos me hiciera pasar un buen rato. Desgraciadamente, mis expectativas estaban más que equivocadas.
En "Diary of the Dead", George Romero vuelve al inicio de su saga de los muertos vivientes, a un mundo que acaba de descubrir que los muertos, por algún motivo no explicado, están volviendo a la vida con ansia de devorar carne humana. En este escenario, un grupo de estudiantes de cine ,que casualmente se encontraban grabando una película de terror, deciden abandonar su residencia del campus y volver a sus respectivos hogares, acompañados por el profesor que les estaba supervisando el proyecto. La historia es narrada mediante las grabaciones que realizan los mismos estudiantes en cámaras de video y también mediante aportaciones de otras fuentes como cámaras de seguridad y videos descargados de internet.
Al contrario de lo que suele ocurrir cuando se emplea el recurso de documento falso, la película no adopta la forma de "documento encontrado", sino que se presenta como un documental montado por uno de los personajes a posteriori, en base a todo el material grabado. Como primer signo de que Romero, al parecer, no entiende de que va eso de la suspensión de incredulidad, la voz en off de la introducción nos avisa de que "se ha añadido música de miedo a las imágenes", sin presentar una justificación sobre porqué se ha hecho eso. Y si, el resultado es tan ridículo como suena en papel. Pero esto no es lo peor. Lo peor de la película es que las supuestas imágenes sacadas de cintas de video amateur, de cámaras de seguridad o incluso de un teléfono móvil tiene todas textura y resolución de imágenes de cine. Esto termina de destrozar por completo el efecto de "realidad falsa" de la película. Y la forma de actuar de los personajes, que oscila entre lo absurdo y lo sencillamente idiota, ayuda a sacarnos más aún de la historia que se nos está contando. Casi ninguno de los personajes tiene carisma suficiente como para que nos preocupemos por él (a excepción quizás del profesor) por lo que, para colmo de males, no nos importa lo más mínimo lo que les ocurra.
A todo esto hay que añadir la inclusión de algunas escenas pretendidamente humorísticas que solo provocan desconcierto (hay una cerca del final que implica a un personaje vestido de momia y que es digna de los peores momentos de "La Hora Chanante") e interminables escenas en las que la acción se detiene para que el personaje que supuestamente está contando la historia nos imparta repetitivos sermones sobre lo terriblemente malos que somos los seres humanos. El típico mensaje de las películas de Romero (que el auténtico peligro es el ser humano, no los monstruos) es administrado en esta película con la sutileza de una patada en la cara.
Ni siquiera las escenas gore funcionan en está película. En su mayoría son absurdas en su búsqueda de efectismo, con cuchillas que atraviesan cráneos humanos como si fueran de mantequilla o descargas eléctricas que hacen saltar los ojos de muertos vivientes. También en busca de ese efectismo se dota a los personajes con una habilidad en el uso de todo tipo de armas que roza casi con lo super-heroico (Sobre todo en el caso del profesor, que haría palidecer de envidia al mismísimo Oliver Queen). Llegando al final de la historia, la película incluso traiciona sus propias reglas y hace que un muerto infectado vuelva a la vida instantaneamente, cuando anteriormente se nos ha explicado que debe pasar un tiempo entre la muerte y la resurrección.
En resumen, una película con una idea que podría haber resultado interesante pero que se ve lastrada por las carencias de su idolatrado director. Solo para fanáticos de George Romero y para aquellos que se traguen cualquier cosa relacionada con muertos vivientes.
"Diary of the Dead" aún no ha sido estrenada en España, aunque está planificado su estreno próximamente.
© 2008, Juan Díaz Olmedo
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